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ADELA ZAMUDIO

 

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Adela Zamudio, escritora, artista, maestra, luchadora de ideas progresistas y ferviente defensora de los derechos de la mujer es, sin duda, la figura femenina más representativa del siglo XIX en Bolivia. Su extensa obra literaria, cuya producción se extiende a lo largo de cuatro décadas (1887-1914), incluye poemas, cuentos, una novela, y ensayos periodísticos. En su escritura, Zamudio revela su preocupación por la situación social de la mujer de su época, ejercita una constante crítica de las costumbres sociales de su entorno, expone sus ideas liberales sobre la religión y la educación, y emite juicios sobre la literatura boliviana y su propia producción intelectual. Su legado más significativo lo constituye su perspicaz mirada de mujer, la originalidad de su voz que se alza consciente de su posición de género en un medio intelectual dominado por los hombres, cuestionando el rol de subordinación asignado a la mujer en la sociedad conservadora y mojigata en la que le tocó nacer y vivir.

El feminismo de Zamudio impregna toda su obra y se extiende a su labor educativa como fundadora de un liceo para señoritas y defensora de la educación laica. Heredera de Sor Juana, en su poesía, su protesta ante la injusta desigualdad de género alcanza su cenit en el más difundido de sus poemas: “Nacer hombre,” posiblemente inspirado en las famosas redondillas de la monja mexicana, en el que denuncia la arbitrariedad del privilegio masculino. Su prosa incide también en el tema con sutileza, plasmando en sus personajes modelos de femineidad independiente, en franca confrontación con el medio en el que se desenvuelven.

Paz Juana Plácida Adela Rafaela Zamudio nace el 11 de octubre de 1854 en Cochabamba.  Después, la familia se traslada a Cochabamba donde se establece definitivamente y donde Adela empieza su educación en el Beaterío de San Alberto. Adela tiene un hermano mayor, Mauro, y posteriormente nacerán su hermana Alicia y sus hermanos Augusto y Máximo. Su niñez transcurre apaciblemente en el seno de una familia acomodada, afincada en las afueras de Cochabamba, que es por entonces una ciudad pequeña y de paisaje bucólico. Adela se distingue por su curiosidad y clara inteligencia a temprana edad y ensaya sus primeros versos en la adolescencia. Sus poemas, de tono romántico, aparecen en álbumes, panfletos y folletines firmados con el seudónimo de Soledad. Más adelante, con la aparición del periódico El Heraldo de Cochabamba, en 1877, sus versos empiezan a tener mayor difusión y Soledad se convierte en una voz poética reconocida en la región.

Entre sus obras más importantes:

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Ensayos políticos, 1887

Íntimas, novela realista, ambientada en Cochabamba, 1913

Peregrinando

Ráfagas, París, 1914

Cuentos breves

Noche de fiesta

El velo de la Purísima

  NACER HOMBRE

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Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(Permitidme que me asombre).
Tan inepto como fatuo,
Sigue él siendo la cabeza,
Porque es hombre!

Si algunos versos escribe,
De alguno esos versos son,
Que ella sólo los suscribe.
(Permitidme que me asombre).
Si ese alguno no es poeta,
Por qué tal suposición
Porque es hombre!

Una mujer superior
En elecciones no vota,
Y vota el pillo peor.
(Permitidme que me asombre).
Con tal que aprenda a firmar
Puede votar un idiota,
Porque es hombre!

El se abate y bebe o juega.
En un revés de la suerte:
Ella sufre, lucha y ruega.
(Permitidme que me asombre).
Que a ella se llame el «ser débil»
Y a él se le llame el «ser fuerte».
Porque es hombre!

Ella debe perdonar
Siéndole su esposo infiel;
Pero él se puede vengar.
(Permitidme que me asombre).
En un caso semejante
Hasta puede matar él,
Porque es hombre!

Oh, mortal privilegiado,
Que de perfecto y cabal
Gozas seguro renombre!
En todo caso, para esto,
Te ha bastado.

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