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Día Internacional de la Mujer Trabajadora
8 de Marzo de 1917 - Petrogrado.
Un gran grupo de mujeres salen a las calles para exigir, a los gritos, el fin de la guerra.
El hambre, el frío, los sufrimientos de la guerra prevalecieron sobre los sufrimientos de las obreras y de las campesinas rusas.
Estas mujeres, obreras y esposas de soldados, exigían pan para sus hijos y el regreso de sus maridos de las trincheras.
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En aquel día, las mujeres rusas blandieron la antorcha de la revolución proletaria y dieron inicio a las hostilidades.
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En 1917, Rusia atravesaba una grave crisis social y económica, marcada por las consecuencias de cuatro años de participación en la I Guerra Mundial, que provocó una catástrofe social, con millones de muertos, hambrunas, pobreza y miseria para el pueblo, enfrentada con una fuerte represión por el zarismo.
Ese 8 de marzo, la convocatoria de las obreras textiles a la huelga para exigir pan y fin de la guerra se masificó y extendió a otros sectores de trabajadores, especialmente a la combativa barriada obrera de Viborg.
El paro se extendió y las consignas contra el zarismo, por el fin de la guerra y contra el hambre se masificaron, consiguiendo la simpatía de sectores del ejército, compuesto sobre todo de trabajadores y campesinos. A pesar de ello, la represión se desata y deja decenas de muertos.
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De esa manera, la revolución rusa se transforma en la primera revolución obrera triunfante en la historia, logrando cosas inéditas como la nacionalización de la banca y las empresas, el control obrero de la producción, pensando en avanzar hacia una sociedad sin explotación ni opresión.
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